Cuando se habla de tecnología, todos los días hay una innovación, es lo que hace que parte del mundo avance y la gente mejore sus condiciones de vida al encontrar nuevas formas de hacer todo más cómodo y accesible; la interconexión entre dispositivos ha propiciado un nuevo contexto como el denominado Internet de las Cosas (IoT por sus siglas en inglés).
El IoT representó un gran potencial de crecimiento este año, creció 31 por ciento respecto al 2016, según datos de la consultora Gartner; señala que actualmente existe un total de 8,400 millones de dispositivos conectados a nivel mundial afectando a casi todos los sectores, y si no, lo harán en un futuro cercano, pero donde ya se tiene un gran avance es en el sector agrícola, donde ya es posible obtener información detallada del cultivo, el suelo o las variaciones climáticas en tiempo real.
Son avances que no sólo mejoran la calidad de vida de los trabajadores, sino que les permitirá tener mayor rentabilidad de los cultivos. Esta agricultura inteligente es un paso hacia el desarrollo e innovación del sector agroalimentario, estas son algunas aplicaciones del Internet de las Cosas en el ámbito agrícola.
Los Smart tractors o tractores inteligentes sustituyen la cabina del conductor por un sistema autónomo basado en cámaras, radares, GPS y sensores que detectan obstáculos y hacen que el vehículo cambie de dirección para evitar impactos; el agricultor sólo tiene que programarlo a través de una aplicación e incluso tiene la posibilidad de hacerlo trabajar de manera simultánea con otros tractores; para conectarlo, el usuario tiene que registrar en la APP mapas con los límites del terreno.
Los drones son utilizados por algunos agricultores para conocer con precisión y en tiempo real el estado de los cultivos y así poder realizar una fumigación de precisión. En algunos países se están utilizando los drones como polinizadores y evitar el impacto provocado por la disminución de abejas.
La monitorización en línea a través de sensores permite s los agricultores conocer desde su Smartphone o Tablet, la temperatura, la humedad y el tamaño del tallo de la fruta o cultivo. En función del estado del sembrado se puede adecuar a cada finca el tratamiento de fertilizante o fungicidas de forma eficaz y precisa, llegando a reducir los costes en casi un 30 por ciento.
En la ganadería conectada existen herramientas y sensores que miden el movimiento del ganado, controlan su nutrición e incluso su capacidad reproductiva. Gracias a eso los ganaderos pueden saber en todo momento la localización de los animales para facilitar su recuento y disminuir el riesgo de robo.
Los controles de plagas inteligentes se instalan en los cultivos y funcionan a través de sensores remotos y sirven para avisar a los agricultores sobre cuáles son las condiciones más adecuadas para la proliferación de plagas y permite combatirlas gracias al uso de nuevas tecnologías.