Mal, muy mal que la secretaría de Agricultura trate de engañar a la sociedad y a la opinión pública con el tema de los proyectos de generación de biocombustibles utilizando varios productos agropecuarios como la caña de azúcar, sorgo, palma de aceite, por sólo citar algunos.
La SAGARPA informó hace unos días que impulsa un proyecto para la producción de bioetanol, el cual al ser combinado con combustibles tradicionales permite reducir 35 por ciento la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera, como el dióxido de carbono (CO2). Dijo que, a través de la Subsecretaría de Agricultura, desde 2014 se trabaja con Petróleos Mexicanos (PEMEX) para que la paraestatal (ahora nueva empresa productiva del Estado) adquiera un volumen mínimo de 992.4 millones de litros de etanol (con un valor estimado en siete mil 788 millones de pesos) y un volumen máximo de mil 417.7 millones de litros de etanol anhidro (alrededor de 11 mil 126 millones de pesos), en un plazo de 10 años.
Explicó que, para este proceso, PEMEX emitió una convocatoria para adquirir etanol anhidro, bajo una mezcla de 5.8 por ciento en la gasolina, la cual será denominada E6 y podrá mezclarse en ocho Terminales de Almacenamiento y Reparto (TAR) en Ciudad Madero, Ciudad Mante, San Luis Potosí, Ciudad Valles, Veracruz, Pajaritos, Perote y Xalapa.
Hasta el columnista se quedó perplejo con esta información, porque el proyecto al que se refiere la Sagarpa sigue siendo un “sueño irrealizable”. Efectivamente se emitieron las convocatorias, y varias empresas participaron en el concurso. Pero el precio que les ofreció Pemex por el etanol no les convino. También es cierto que se planteó la construcción de ocho terminales de reparto (TAR), pero a la fecha no funciona ninguna porque no hay producto que distribuyan.
Por otro lado, Pemex no tiene los casi mil millones que según la SAGARPA se requieren para comprar un mínimo de casi mil millones de litros de etanol, ni mucho menos los 7,788 millones para adquirir el volumen máximo.
De acuerdo con un informe de la dirección general de Fibras Naturales y Biocombustibles de la SAGARPA, la compra de etanol está comprometida a partir de biomasa de producción nacional, con la finalidad de incentivar el desarrollo del campo y demanda del insumo. Lo anterior además de incrementar la rentabilidad en la producción de la caña de azúcar y sorgo, sin sustituir la superficie ocupada por cultivos prioritarios para la alimentación humana.
¡Otra mentira la de incrementar la rentabilidad de la caña! Actualmente la mayoría de la caña que se siembra en el país es para producir azúcar, no etanol, y es que los precios del dulce andan “por las nubes”.
Lo que sí puede ser cierto, es que, como dice la información oficial, actualmente 64 países utilizan etanol como componente de su gasolina, tres de estos países (Brasil, Estados Unidos y Paraguay) también utilizan el etanol como combustible independiente.
¡México está lejos, muy lejos de participar en esa lista!