Investigadores de la Universidad de São Paulo desarrollaron un plástico 100% biodegradable y comercialmente competitivo con el plástico convencional, material completamente desarrollado con residuos agroindustriales de la cúrcuma, aceite de babasú y achiote.
Aseguran que el resultado inicial es alentador, ya que las pruebas realizadas al plástico dio lugar a un producto con cualidades prometedoras, pues se han desarrollado películas plásticas biodegradables con materia prima barata, que no compite en el mercado de alimentos y contiene una interesante composición con la presencia de activos antioxidantes.
El hecho de que el nuevo material este completamente desarrollado con residuos agroindustriales es lo que marca la diferencia; la materia prima procede de material producido con fuentes renovables y, por lo tanto, no se agota.
Además se puede cultivar en cualquier parte del mundo, por el contrario al plástico común que está hecho de petróleo, muy contaminante, difícilmente reciclable, y que en una gran cantidad acaba contaminando el medio ambiente.
Esta fórmula con compuestos antioxidantes puede ser aún más interesante en el desarrollo de “Envases activos”. Embalaje que interactúa con el producto, capaz de mejorar la calidad de almacenamiento para el envasado de frutas y verduras frescas.
Los estudios confirman que se encuentra en el camino correcto para conseguir un plástico, o al menos una película de plástico, totalmente biodegradable.
Ahora, el uso de algunos aditivos naturales, junto con otros residuos industriales, se hacen necesarios para mejorar las características de estas películas plásticas biodegradables. El objetivo es obtener una mayor resistencia mecánica y reducir la capacidad para absorber y retener el agua.
Cabe destacar que las bolsas de plástico están hechas usualmente de polietileno que deriva del gas natural y del petróleo, siendo usadas en todo el mundo desde 1961. Se estima que se fabrican al año entre 500 billones a un trillón de bolsas de plástico en el planeta.
La gran desventaja es su lenta descomposición, le lleva al poliestireno y al plástico 500 años desintegrarse, que lo convierte en un producto de desecho que afecta al medio ambiente, es un material que ni la tierra ni el mar pueden digerir. Además, en el mundo casi todo es de plástico, por lo que este nuevo productor podría ser una gran alternativa para renovar al planeta.
Fuente: EcoInventos, VeoVerde