De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), las plantas representan más de 80 por ciento de la dieta y la nutrición humanas. Según este organismo internacional es necesario aumentar en 60 por ciento la producción de alimentos para atender las necesidades de la población mundial que llegará a los nueve mil millones de habitantes en el año 2050.
Ante esta necesidad y aunado a las condiciones climáticas cada vez más adversas para la agricultura, la tecnología jugará un papel fundamental para la supervivencia humana.
El plasma actualmente se utiliza, mediante tecnología especializada, en sectores industriales como el automotriz, aeroespacial, producción de televisiones y monitores, en la industria médica, en la fabricación de semiconductores, entre otros.
Investigadores del Centro de Investigación en Química Aplicada (CIQA) utilizan tecnología de plasma para mejorar la germinación en semillas de diversas plantas y también la usan para prolongar la vida de anaquel de frutas y vegetales.
El plasma es un gas parcialmente ionizado que puede encontrarse en forma natural y generado en un laboratorio. De forma natural está presente en el sol, las estrellas, las descargas eléctricas, las auroras boreales, etcétera. De manera artificial, puede generarse en el laboratorio mediante tecnología especializada y se produce cuando una descarga electromagnética es aplicada a un gas, de esta forma el gas se ioniza parcialmente por la presencia de la electricidad.
El plasma tiene varias aplicaciones en el área alimenticia, en este momento se está trabajando en el tratamiento de semillas; lo que se hace es modificar solamente su superficie añadiendo grupos químicos que generalmente emplea nuestro organismo, como oxígeno y nitrógeno, para mejorar las propiedades y área superficial de las semillas.
“El tratamiento por plasma puede incrementar el área superficial de la semilla y producir algunos grupos químicos polares en la superficie de esta, estos grupos hacen que la semilla absorba agua más rápidamente, además de que el plasma puede eliminar de manera rápida algunos microorganismos tales como bacterias y hongos que afectan de forma negativa la germinación de las semillas, y con esto se puede disminuir el uso de fertilizantes y químicos”, detalló la investigadora Guadalupe Neira; investigadora del Departamento de Síntesis de Polímeros del CIQA.