De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la pérdida económica por plagas y enfermedades en el sector agrícola se calcula entre los mil 100 billones de dólares al año, es por ello que la tecnología ha cobrado un gran valor entre este sector y ha sido la clave para detonar su productividad, muestra de ello es la fumigación por medio de drones especiales, quienes realizan esta tarea en tan sólo 15 minutos por hectárea.
Esta tendencia cuenta con muchos beneficios como la optimización de los tiempos que se emplea para realizar esta tarea, el ahorro de costos, una mayor cobertura en diversos tipos de terrenos y plantaciones, así como una fumigación más precia; todo esto se debe a que los drones pueden llegar a las áreas de difícil acceso y lo más importante es que realiza este trabajo sin dañar los cultivos.
Y es que la fumigación es una práctica indispensable para la sanidad y la calidad de los productos agrícolas, aseguran un rendimiento óptimo de los cultivos y del trabajo realizado por meses, pero son tardados y costosos.
De acuerdo con expertos de Agrodrone, empresa 100% mexicana, radicada en Puebla y líder en ofrecer servicios fumigación; en tan sólo 15 minutos un dron puede fumigar una hectárea, los productos usados tiene un mayor rendimiento ya que se pueden tener cargas de 10 litros, con un casi nulo desperdicio y asegurando una penetración por la potencia con las que son lanzadas las gotas del producto, gracias al aire que producen las hélices mismas del dron.
Otro de los factores más importantes es la fuerza laboral que se dedica a desempeñar esta tarea, pues durante la fumigación se usa mucha mano de obra, lo que incrementa los costos y alarga los tiempos de producción en los cultivos. Además, en ocasiones no se cuenta con los recursos básicos para llevar a cabo esta labor, exponiendo su salud al estar en contacto directo con los productos a la hora de fumigar.
Es evidente que para los especialistas de Agrodrone una parte fundamental son las personas y gracias al uso de este nuevo método no tendrán que pasar por condiciones climáticas inhumanas durante largas jornadas al realizar este trabajo, tampoco tendrán contacto con los productos durante horas, aprovechando ese tiempo para acelerar su producción.
De no aplicar este tipo de tecnología en los procesos productivos en nuestro país, las plagas y enfermedades pueden llegar a afectar hasta el 40% de los bosques en algunos estados, y en el caso de los cultivos pueden reducir su rendimiento entre 20 y 40 por ciento, dejando pérdidas muy costosas.
Sin duda alguna, la tecnología se ha convertido en una aliada a la hora de realizar trabajos agrícolas, pues gracias a ella es posible conocer más sobre los recursos forestales y sus afectaciones; pero sobre todo han hecho posible la preservación de los mismos.