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Emplean nanoesferas para disminuir merma de granos comestibles

La investigación de científicos de la FES Cuautitlán halló que el proceso inhibe el crecimiento de hongos. El recubrimiento no requiere solventes, es de bajo costo y se aplica por aspersión

Al menos el 10 por ciento de los granos y semillas comestibles que son almacenados resultan dañados por hongos e insectos. Para disminuir esa merma,  investigadores de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), desarrollaron un sistema para disminuir las infecciones y daño a los granos, por medio de un recubrimiento con nanoesferas de parafina que pueden ser consumidas por las personas al ser procesadas y no alteran el sabor ni la textura de las semillas.

Este desarrollo obtuvo el segundo lugar en el Programa de Fomento al Patentamiento y la Innovación de la UNAM.

Las nanoesferas son pequeñas partículas cuyo tamaño se mide en nanómetros. Ésa es una escala equivalente a la millonésima parte de un milímetro.

La doctora María de la Luz Zambrano, que encabeza el grupo de investigación, ya había desarrollado otros recubrimientos para productos alimenticios. Hace dos años desarrolló y presentó otro recubrimiento hecho con nanoesferas comestibles, pero que se aplica a fruta cortada en fragmentos para prolongar su vida útil en estantes de exhibición.

Ahora, el equipo de la doctora Zambrano, busca entrar a la protección de alimentos mucho más voluminosos, como son los granos.

“Las pérdidas de algunos granos y semillas pueden oscilar entre el diez y el treinta por ciento dependiendo del tipo de grano que estemos manejando y es ahí donde nosotros creemos que la nanotecnología puede tener un buen efecto sobre la conservación de este tipo de productos”, indica la científica mexicana que también ha puesto en marcha la solicitud de registro de patente de sus desarrollos.

El nuevo recubrimiento universitario se produce con base en ceras comestibles, que pueden ser cera de abeja o puede ser candelilla; cera de carnauba o candeuba que es la mezcla entre carnauba y candelilla. Así se les da una funcionalidad.

PRESIÓN, VELOCIDAD Y CALOR. Para producir el recubrimiento se realiza un proceso llamado homogeneización térmica, con el que, por medio de calor, altas velocidades y presión se reduce el tamaño de las partículas a tamaños que oscilan entre 250 y 500 nanómetros.

“En el caso de las nanopartículas su área superficial permite que podamos tener una mayor interacción y se distribuyen más homogéneamente en una superficie cuando las estamos aplicando como recubrimiento”, dice la líder del proyecto.

La UNAM puso demostrar que cuando se utilizan este tipo de nanopartículas  cerosas, lo que hacen es sustituir la capa natural que tiene una semilla y se forman los mismos tipos de placas cerosas que le dan una protección a la humedad, una protección al crecimiento de microorganismos y también una protección mecánica.

En el estudio se observó que el recubrimiento inhibe el crecimiento de hongos.

“Lo que hicimos fue tener muestras de granos y semillas control, se hizo el primer estudio en maíz y lo que hacíamos era inocular con una cepa una concentración conocida de hongos para posteriormente ir observando su crecimiento. Y observamos que transcurrieron ocho semanas sin que hubiese desarrollo de microorganismos en el caso de las que estaban recubiertas mientras que las que estaban sin recubrimiento mostraron en todos los frascos en los que se desarrolló, evidencia del crecimiento de moho”.

La producción de este nuevo recubrimiento no requiere solventes, es de bajo costo y se aplica por medio de aspersión. Ya se han realizado pruebas a nivel laboratorio y pruebas a nivel semiindustrial y lo que se ha hecho es usar una pequeña proporción de un concentrado de nanopartículas diluido en agua y ése se asperja a la superficie de los granos.

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