Se llama inocuidad alimentaria a las condiciones y prácticas que preservan la calidad de los alimentos de campo y mar, previenen su contaminación y nos evitan enfermedades.
El Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA), organismo descentralizado de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), tiene a su cargo promover, verificar y asegurar la inocuidad desde el proceso de producción de los alimentos hasta su llegada al anaquel, para evitar su contaminación.
La “cadena de trazabilidad”, como se le conoce a este proceso, inicia con el agricultor o productor de alimentos. Por ejemplo, en el caso de alimentos del campo es importante asegurar que la semilla sea certificada, que la tierra esté sana, que el agua sea segura para riego, que se realicen prácticas de higiene en las instalaciones y del personal, desinfección de utensilios de trabajo, control y uso apropiado de agroquímicos, e instalaciones seguras, entre otras.
Cuando se trata de alimentos relacionados con la carne, aplican algunas de las prácticas anteriores y además se vigila que los animales a sacrificar hayan sido alimentados correctamente, que hayan recibido atención médica durante sus enfermedades y garantizar que no padecieron enfermedades transmisibles a los humanos
Asimismo, de acuerdo a la SAGARPA, se verifica que los animales sean sacrificados en lugares certificados y que los métodos de procesamiento aseguren un producto fresco, inocuo y de calidad. Durante el transporte de los productos se debe cuidar la refrigeración, para conservar su buen estado y garantizar que no proliferen bacterias y parásitos.
Así, gracias a la inocuidad, podemos tener a nuestro alcance alimentos de calidad que favorecen nuestra salud.