Luego de diez años de trabajo, investigadores del Instituto Nacional de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) logran desarrollar el primer biofungicida foliar que permite controlar enfermedades ocasionadas por hongos en 20 cultivos, incluyendo la roya del café, el cual fue galardonado con el premio INNOVAGRO 2017.
Este novedoso producto que se comercializa con el nombre de biofungicida Fungifree AB®, tiene entre sus cualidades no dejar residuos tóxicos sobre la superficie del fruto; no tener efectos negativos en la salud ni al medio ambiente. Además, cuenta con una efectividad biológica comparable a la de los productos químicos tradicionales y una vida de anaquel de más de dos años sin necesidad de conservarse en refrigeración.
Este producto, galardonado en la categoría de desarrollo tecnológico, logró desde 2014 su certificación OMRI como producto orgánico, y se espera en un futuro cercano iniciar su comercialización en otros países de América Latina, así como ampliar su uso como promotor del crecimiento; aunque por momento continúa la investigación sobre sus mecanismos de acción y la optimización de su uso en campo.
Al momento de su lanzamiento en 2012, contaba sólo con registro para su uso en el control de la antracnosis del mango; sin embargo, logró emplearse en dos enfermedades más y a veintitrés cultivos. En 2013 se otorgaron los registros para el control de antracnosis en aguacate, papayo, limonero, mandarino, naranjo y toronjo así como para el control de cenicilla polvorienta en calabaza, calabacita, chayote, melón, pepino, sandía, berenjena, chile, chile bell, jitomate y tomate de cáscara.
En 2014 se introdujo para el control de antracnosis, moho gris y mildiú polvoriento en el grupo de las berries, que incluye los cultivos de fresa, frambuesa, zarzamora y arándanos. En 2017 el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) dictaminó la efectividad de este fungicida para controlar la roya del café y la infección del hongo Fusarium en plátano.
Los resultados han demostrado que no sólo es eficaz contra la antracnosis sino que puede ser considerado un biofungicida de amplio espectro, efectivo contra diversas enfermedades ocasionadas por diferentes hongos fitopatógenos en una amplia gama de cultivos agrícolas; hasta el momento ha demostrado ser eficaz en el control de ocho especies de hongos diferentes en veintitrés cultivos agrícolas.
Tiene un impacto ambiental positivo y evidente al disminuir el uso de agroquímicos que representan actualmente un riesgo a la salud y al medio ambiente. Ha sido probada su efectividad y su inocuidad, y esto ha sido reconocido por las instituciones mexicanas (SAGARPA Y COFEPRIS).
Desde su salida al mercado en noviembre de 2012, se ha consolidado como una opción efectiva e inocua para el control de enfermedades fungales en un gran número de cultivos, lo que incrementó considerablemente sus ventas en México.
Este producto se comercializa por la empresa de base tecnológica Agro&Biotecnia, spin-off del IBt-UNAM, quien logró introducirlo al mercado en asociación estratégica con la empresa FMC Agroquímica de México.