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Generan bioenergía a partir de residuos de uva

A partir de las vinazas, que es el subproducto líquido de la destilación del zumo de uva durante el proceso vitivinícola, el Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en Querétaro, campus Juriquilla, recupera hidrógeno y metano a través de estos residuos, los cuales contienen piel, semillas jugo de la fruta, todos ricos en nutrientes como nitrógeno, azufre, fósforo, potasio y alcoholes.

Dentro del Laboratorio de Investigación en Procesos Avanzados de Tratamientos de Agua (LIPATA), producen biocombustibles gaseosos en aguas residuales para generar energía limpia, y al mismo tiempo que limpian las aguas residuales, aprovechan algunos de sus componentes para generar un producto con valor agregado, el metano, el cual en vez de ser quemado se introduce a un motogenerador para tener calor y electricidad y utilizarse para operar una planta.

Esta investigación forma parte del Centro Mexicano de Innovación en Energía (CEMIE-Bio), un proyecto del Fondo de Sustentabilidad Energética de la Secretaría de Energía (SENER) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), encaminado a impulsar la generación y uso de energías limpias.

Los investigadores aseguran que su trabajo pretende abarcar el clúster de biocombustibles gaseosos y transformar los residuos a metano e hidrógeno, reducir la contaminación y aprovechar el recurso como materia prima para generar energía.

Aseguran que las bioenergías por sí solas no cambiarán el consumo de combustibles fósiles porque es poco lo que pueden aportar, pero el valor agregado está en el tratamiento de los residuos con la obtención de biogás, biocombustibles e hidrógeno, que pueden ser utilizados para otros fines.

Ejemplificaron el caso del hidrógeno, el cual se puede emplear para producir electricidad en celdas de combustible y para mejorar la calidad del biogás y transformarlo en biometano, que es semejante al gas natural.

Finalmente señalaron que en este proyecto el agua residual, más que un desperdicio, se convierte en materia prima. Afirman que lo que buscan es un acercamiento con los productores agrícolas para que la electricidad generada se aproveche en las mismas agroindustrias.

 

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