Los ministros de Agricultura del G20 se declararon partidarios de un sistema de comercio multilateral abierto para poder erradicar el hambre frente a la creciente demanda de alimentos, exhortaron en el documento final defender la libertad comercial de los 24 países participantes, aprobado por “consenso en forma unánime”.
“Reconocemos la importancia de un sistema de comercio multilateral transparente y abierto, con reglas claras”, dijo el ministro argentino de Agricultura, Luis Miguel Etchevehere; mientras que la ministra de Agricultura de Alemania, Julia Klöckner, sostuvo que “el libre comercio es una respuesta a las tendencias proteccionistas y una manera de proteger la paz”.
Los países desarrollados y los no desarrollados del G20 son actores clave a nivel mundial en el sector de la agricultura; representan el 60% de las tierras agrícolas totales y casi el 80% del comercio mundial de alimentos y productos del agro.
A la reunión asistió Sonny Perdue, secretario de Agricultura de Estados Unidos, cuyo presidente, Donald Trump, cantó victoria ante agricultores estadounidenses tras alcanzar una tregua en su pelea comercial con la Unión Europea (UE), que generó alivio, pero resistencia en Francia.
Los párrafos de la declaración que sostienen la necesidad de un comercio abierto defienden también la aplicación de las reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC), con el fin de “erradicar el hambre y la pobreza”, mientras la demanda de alimentos crece cada día.
Los ministros del G20 agrícola plantearon su preocupación por el creciente uso de medidas no arancelarias proteccionistas, incongruentes con las reglas de la OMC; “nuestro compromiso es basar las medidas sanitarias y fitosanitarias en los reglamentos técnicos y recomendaciones internacionales” dijeron.
La cumbre llamó a consolidar la cooperación internacional para ampliar la lucha contra el cambio climático que amenaza los cultivos. En otro orden, se denunció que “tras muchos años a la baja, el hambre mundial aumentó y actualmente afecta a 815 millones de personas en todo el mundo”.
“Hay 2.000 millones de personas que padecen deficiencias de micronutrientes”, se puntualizó el objetivo de mejorar el manejo regenerativo y sostenible de las tierras, los suelos y el uso sostenible de la biodiversidad.
Además, los ministros destacaron el peligro que representa la creciente frecuencia e intensidad de los acontecimientos climáticos extremos y su impacto en la agricultura.
Los funcionarios evitaron responder preguntas sobre el estado de las negociaciones para un acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea (UE), cuyo capítulo agrícola es clave. Argumentaron que se trata de un tema al margen del G20, pero fuentes ministeriales argentinas habían señalado a la AFP que hubo conversaciones bilaterales intensas, en camino a la próxima reunión de técnicos en Montevideo a finales de agosto.
Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay son potencias exportadoras de alimentos y hacen frente a una histórica cultura europea de protección de sus agricultores y del medio ambiente.
Los delegados asistieron a la inauguración de la tradicional Muestra Rural argentina. En la feria, comprobaron nuevos métodos en la cría de animales, el desarrollo de cereales surgidos de semillas modificadas genéticamente y maquinarias que parecen de ciencia ficción. Los invitaron a ver la Argentina “for export”, pese a vivir la ciudad otro día frío, lluvioso y gris.
Los ministros admitieron tener el serio desafío de revertir la pérdida anual mundial de unos 10 millones de hectáreas de cultivos. Los ministros de Agricultura del G20 criticaron el proteccionismo en una declaración conjunta y se comprometieron a reformar reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC), pero no dieron detalles de los pasos a tomar para mejorar el sistema de comercio de alimentos.
Los ministros de países como Estados Unidos y China, reunidos en Buenos Aires para la reunión del G20 correspondiente a ese sector, dijeron estar preocupados por “el creciente uso de medidas no-arancelarias proteccionistas, incongruentes con las reglas de la OMC”.
Además, reafirmaron su compromiso para abstenerse de adoptar obstáculos innecesarios al comercio internacional, al tiempo que ratificaron sus derechos y obligaciones bajo los acuerdos de la OMC.
El encuentro se realizó en medio de crecientes tensiones comerciales que han sacudido los mercados agrícolas.
China y otros importantes socios comerciales de Estados Unidos han impuesto aranceles a los productores estadounidenses en represalia por las tarifas dispuestas por la administración de Donald Trump a los bienes chinos, así como también al acero y al aluminio de la Unión Europea, Canadá y México.
Se calcula que los productores estadounidenses sufrirán un golpe equivalente a unos 11.000 millones de dólares por los aranceles que fijó Pekín.
El Gobierno de Trump dijo que otorgará hasta 12.000 millones de dólares en ayuda a los agricultores para que puedan enfrentar el conflicto comercial. El secretario de Agricultura de Estados Unidos, Sonny Perdue, dijo que el plan incluye un pago directo en efectivo de entre 7.000 y 8.000 millones de dólares que podría entregarse antes de fin de septiembre. “Obviamente esto no va a hacer que los agricultores estén repuestos”, dijo Perdue.
En referencia a las medidas de alivio dispuestas por Trump, la ministra de Agricultura de Alemania, Julia Klöckner, dijo que los agricultores “no necesitan ayuda, necesitan comercio”. “Tuvimos una muy franca discusión sobre el hecho de que no queremos medidas proteccionistas unilaterales”, dijo Klöckner a periodistas después de la reunión.
Los ministros, que en conjunto representan el 60 por ciento de las tierras agrícolas mundiales y el 80 por ciento de los alimentos y materias primas agrícolas, no especificaron a qué medidas se referían en el comunicado. Cuando se les consultó por detalles, Klöckner dijo que los ministros no quisieron “criticar a un solo país”.
“Todos sabemos lo que pasa si una persona o un país no se adhiere a las reglas de la OMC, tratando de obtener un beneficio para sí mismo a través del proteccionismo”, dijo la ministra. “Esto frecuentemente lleva a represalias con aranceles”.
Los ministros dijeron que acordaron continuar con las reformas de las reglas comerciales agrícolas de la OMC. “Aquí, independientemente de todo el ruido que hubo alrededor, se llegó a un consenso unánime”, dijo el ministro de Agroindustria de Argentina, Luis Miguel Etchevehere.
Trump alcanzó un sorpresivo acuerdo con Jean-Claude Juncker, el presidente de la Comisión Europea, que congeló el riesgo de una inminente guerra comercial entre Washington y Bruselas.
Tras el encuentro con Juncker, Trump aseguró a periodistas que la Unión Europea comenzaría, de manera casi inmediata, a importar un volumen mucho mayor de soja del país norteamericano. Sin embargo, la ministra Klöckner dijo a Reuters más temprano que no sabe si la UE incrementará sus compras de soja.