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Innovador modelo de crédito rescata a agricultores hondureños

Paso Real,  aldea de unas 60 familias con un total de poco más de 500 personas, en el municipio de San Antonio de Flores, a 72 kilómetros de Tegucigalpa, es una zona de constante sequía.

Paso Real es parte de Manorcho, conformada por su municipio y otros tres, Pespire, San Isidro y San José, que engloban una población de algo más de 53,000 habitantes del norte del departamento de Choluteca, en un área donde la población sobrevive de la agricultura y ganadería de subsistencia.

Aquí, un grupo de agricultores familiares de un poco más de 100 apostó por un nuevo modelo de financiamiento que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO) decidió experimentar.

La iniciativa se conoce como Centros Financieros de Desarrollo (CFD) y de momento se aplica solo en dos regiones deprimidas de Honduras: en Lempira, en el occidente del país, y en la Mancomunidad de Municipios del Norte de Choluteca (Manorcho), al sur.

Rafael Núñez, es uno de los líderes de Grupo Ideal, una empresa productora asociativa, se encuentra contento de lo que han logrado. Si bien su familia ya poseía algunas tierras, no podían explotarlas ya que nadie les daba créditos.

Núñez comentó que como los bancos no les prestaban, tuvieron que hacer uso de las tarjetas de crédito o dinero plástico a tasas de interés de 84 por ciento anual, lo que les tenía ahogados, mientras que ahora los préstamos que obtienen en el CFD son accesibles y a una tasa de interés de 15 por ciento anual.

El Grupo Ideal es netamente familiar y cada uno de los hermanos, 11 en total, se dividen las labores y ofrecen trabajo directo al menos a 40 personas de la zona y en forma indirecta a poco más de 75. Ellos están convencidos en que su esfuerzo puede ser imitado por otros pequeños agricultores.

Marvin Moreno, el especialista de FAO que impulsa estos dos centros financieros experimentales,  dijo que actualmente con este modelo se ha permitido a las pequeñas familias organizarse para acceder a oportunidades que les permitan salir de la pobreza.

El modelo tiene dos características: la solidaridad y la inclusión. Es solidario porque si alguien obtiene un crédito, todos se vuelven avales para garantizar el pago del préstamo, y es incluyente porque no discrimina.

Los dos CFD instalados por la FAO en Honduras han logrado movilizar cerca de 300,000 dólares mediante una alianza público-privada, entre la comunidad, organizaciones y gobiernos locales.

Ello ha permitido algo más de 800 pequeños productores accedan a créditos que por ahora van desde 150 a 3,000 dólares, con plazos de amortización de entre 12 y 36 meses.

En el caso de la Manorcho, César Núñez,  alcalde de San Antonio de Flores,  aseguró que “la gente está empezando a creer que el centro financiero es una opción real de cambio y aquí todos apostamos a sacar adelante estos municipios pobres, golpeados por la naturaleza pero con potencial para salir adelante”.

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